Seguramente habrás oído sobre la “luz azul”, ¿no es así? ¿Esa luz que te mantiene despierto durante la noche? Pero, ¿sabes realmente qué es y cuáles son sus efectos en tu mente? Ésta es una pregunta que me formulan muy frecuentemente, por eso voy a echar luz sobre esta cuestión (bromas aparte…:-)

Para que nuestro cuerpo y menten entren en actividad y poder vivir nuestras vidas, para la Madre Naturaleza fue necesario encontrar un mecanismo que aumente nuestro estado de alerta, mejore nuestro estado de ánimo, acorte nuestros tiempos de reacción y fortalezca nuestro sentimiento de bienestar, razones por las cuales nos dio la luz azul del sol. Pero, ¿qué es realmente la luz azul?

La luz que proviene del sol viaja hacia la tierra en ondas y en 7 colores diferentes (la parte visible del espectro): violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Nosotros vemos estos colores, o cualquier combinación de ellos, cada vez que observamos un objeto. Cada objeto, al ser expuesto ante la luz, absorbe o refleja esa luz. ¿Alguna vez te has preguntado por qué razón los tomates son rojos y las bananas amarillas? Cada una de estas frutas tiene propiedades que absorben y reflejan la luz en diferentes medidas, lo que resulta en nuestra experiencia de un universo multicolor. Asimismo, puedes ver estos colores de la luz del sol cuando admiras un arcoíris, ya que las gotas de agua actúan como un prisma que separa la luz en sus diferentes longitudes de onda.

Hablando de longitudes de onda, cada color irradiado por el sol posee una longitud de onda específica que varía en gama, longitud y emisión de energía. La luz azul posee una de las longitudes de onda de energía más cortas y altas, lo que explica en parte por qué nuestras mentes son tan vulnerables a esta parte del espectro de la luz. Nuestros cuerpos están diseñados para utilizar esta luz azul llena de energía que proviene del sol para estimular nuestros cerebros y regular nuestros ritmos circadianos (nuestros ciclos naturales de sueño y vigilia).

No obstante, la exposición prolongada a la luz azul puede ser muy perjudicial para la salud. Según investigadores de la Universidad de Harvard, los efectos nocivos de la exposición prolongada incluyen la alteración de nuestro ciclo de sueño-vigilia, trastornos relacionados con la fatiga visual y mayor riesgo de sufrir diabetes, cardiopatías, obesidad, depresión y algunos tipos de cáncer (principalmente mamario y de próstata), entre otros. Una de las razones por las cuales la Madre Naturaleza creó el ciclo de noche-día fue para protegernos de la exposición constante a la luz azul.

Durante cientos de miles de años, nuestra biología ha estado funcionando en armonía con los ritmos de la naturaleza. Cada vez que se pone el sol, nuestros cuerpos segregan melatonina, una hormona que induce el sueño natural, entre otras cosas. Desde que comenzó a utilizarse la luz artificial a finales de 1800, esta guía que nos brindaba el sol prácticamente desapareció. Y para empeorar las cosas, la creación de fuentes digitales de luz (ricas en luz azul) ha acrecentado el problema.

Lo que es realmente preocupante es que la luz que emiten los dispositivos electrónicos tiene mucha más concentración de luz azul que la luz natural debido a que es “enriquecida” para efectos de calidad, intensidad y nitidez. Entre las principales fuentes artificiales de esta luz azul se encuentran la iluminación fluorescente y LED, los dispositivos electrónicos, las TV, las computadoras portátiles, las tabletas y los teléfonos inteligentes.

Como podrás imaginar, luego de la puesta de sol, irradiar nuestros ojos de luz azul mientras trabajamos en la computadora, miramos televisión o chequeamos nuestras redes sociales, prolonga nuestra exposición a estas ondas de alta energía enriquecidas. Cuando la luz azul llega a nuestra retina, nuestro cerebro entiende que “¡es hora de ponerse en acción”! Entonces la secreción de melatonina se detiene y tanto la adrenalina como el cortisol (las hormonas del estrés) comienzan a infiltrarse en nuestro torrente sanguíneo para seguir activos y en modo de alerta máxima. Debes recordar que todo esto tiene lugar en un momento del día (en este caso la noche) en el cual en realidad deberíamos brindar a nuestro sistema de mente-cuerpo la recuperación necesaria para que al día siguiente nuestro desempeño sea óptimo.

Por todo esto, es conveniente que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones durante las horas previas al sueño si realmente quieres estar en plena forma, alcanzar tu desempeño máximo y también cuidar tu salud:

Lee un libro impreso. Las pantallas con retroiluminación de las tabletas y algunos lectores de libros electrónicos envían la luz directamente a los ojos, por eso lo mejor es elegir un libro impreso para la lectura de noche. Si ya tienes una versión digital de tu libro favorito, intenta comprar una copia barata en físico para leer antes de irte a dormir.

Intenta alejarte de las pantallas. Intenta mantenerte alejado de las pantallas 2 horas antes de irte a dormir y notarás la diferencia casi de inmediato. Evitar la exposición a dispositivos electrónicos te ayudará a que tu cuerpo reciba las señales ambientales adecuadas para que comience el proceso de bajar las revoluciones y sea más fácil alcanzar el sueño reparador.

Toca un instrumento musical. Si siempre tuviste ganas de aprender a tocar un instrumento musical, ¡ésta es tu oportunidad! La mayoría de los profesores de música te dirán que practicar poco y seguido es la mejor manera de dominar un instrumento. Por esta razón, sería una buena idea cumplir ese deseo tan anhelado invirtiendo entre 30 y 45 minutos cuando cae el sol.

Prueba la tecnología anti luz azul. Si tu dependencia a los dispositivos electrónicos es fuera de lo común o trabajas durante la noche, deberías tener en cuenta las aplicaciones que filtran la longitud de onda azul o los lentes con filtros bloqueadores de la luz azul.

Utiliza luz roja tenue para la noche. La luz roja es la que menos altera los ritmos circadianos, por lo tanto, es la mejor para cuando cae el sol, ya que no reprime la secreción de melatonina. Tal vez te haga recordar a algún cabaret que hayas conocido en el pasado, pero tu sistema de mente-cuerpo te lo agradecerá.