La verdad es que cualquier cosa que nos ayude a reducir el estrés es bienvenida. Pero, ¿en qué más nos podría ayudar la meditación gracias a que investigadores como el Dr. Herbert Benson comenzaron a acumular información, muchos estudios demostraron que la meditación no sólo tiene un efecto en la mente sino también un efecto fisiológicamente profundo en el cuerpo. Las investigaciones mostraron que, entre otros beneficios, la meditación puede ayudar a revertir las enfermedades cardíacas, la causa número 1 de muerte en los Estados Unidos. Asimismo, puede reducir el dolor e incrementar el sistema inmunológico del cuerpo, para luchar mejor contra las enfermedades.

Una gran cantidad de investigación nueva nos da más ánimo. Según un estudio publicado el año pasado en la publicación Stroke, 60 afroamericanos con arteriosclerosis, o endurecimiento de las arterias, practicaron meditación entre 6 y 9 meses (los afroamericanos tienen el doble de probabilidades que los caucásicos de morir de enfermedades cardiovasculares). Por un lado, los meditadores mostraron una disminución marcada del grosor de sus paredes arteriales, mientras que por el otro, los que no meditaron mostraron de hecho un aumento. En el caso del grupo de meditación, el cambio podría provocar una disminución de un 11% del riesgo de sufrir ataques cardíacos y entre un 8 y un 15% de disminución del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Un segundo estudio, publicado el año pasado en Psychosomatic Medicine, le enseño la meditación consciente (una técnica de meditación) a un grupo de 90 pacientes con cáncer elegidos al azar. Luego de 7 semanas, los que habían meditado informaron que se sentían considerablemente menos deprimidos, ansiosos, enojados y confundidos que el grupo de control, que no había practicado la meditación. Los meditadores también tenían más energía y menos complicaciones cardíacas y gastrointestinales en comparación con el otro grupo.

Otro estudio reciente investigó detalladamente qué sucede durante la meditación que permite que se sucedan estos cambios físicos positivos. Los investigadores de la Facultad de Administración de Fairfield, Iowa, descubrieron que la meditación tiene un efecto dominante sobre el estrés. Analizaron un grupo de personas que habían meditado durante 4 meses y descubrieron que producían menos cortisol, la hormona de estrés. Por lo tanto, se sentían más capaces de manejar el estrés en sus vidas, independientemente de las circunstancias personales.

La Dra. Diane Adile Kirschner, psicóloga clínica de la zona de Filadelfia, a veces les receta a sus pacientes aprender a meditar y es testigo de lo útil que les resulta. “La meditación no solamente es un método maravilloso para desestresarse sino que también ayuda a que las personas se relacionen mejor entre ellas”, declaró la Dra. “Me doy cuenta cuando mis pacientes continúan con la meditación. Por ejemplo, atendía a una pareja que discutía constantemente. Después de empezar a meditar, se volvieron menos agresivos, más reflexivos y más cariñosos”.

Entonces, ¿por qué no medita más gente? “Porque nos ubica en el centro de nosotros mismos, en donde no siempre queremos estar”, sugiere el Dr. Roger Thomson, psicólogo con práctica privada en Chicago y meditador zen. “Con frecuencia, queremos arreglar las cosas en vez de aceptarlas de la forma que son. Algunos pensamos que no tenemos el tiempo y la energía suficientes para meditar, cuando en realidad no podemos darnos el lujo de no hacerlo”.

El Dr. Mark Epstein, psiquiatra con práctica privada en la ciudad de Nueva York y meditador, al igual que muchos otros expertos, cree que la efectividad de la meditación está relacionada con dejar de lado el al ego propio. Como dice él: “cuando miras fijamente una estrella en la noche, es difícil verla. Pero cuando apartas tu mirada ligeramente, se vuelve nítida. Creo que sucede lo mismo entre el ego y la meditación. Cuando uno se centra en el yo durante la práctica de la meditación, el ego engreído se vuelve, paradójicamente, escurridizo. Te vuelves más consciente de la conexión que posees con otros seres y puedes poner en la perspectiva correcta tus propias preocupaciones”.

Un grupo de ancianos chinos mantiene su conexión reuniéndose cada amanecer en el centro comunal de la ciudad de Monterey Park, California. Mueven sus brazos y estiran sus torsos en elegante armonía y luego se quedan completamente quietos, simplemente meditando. Únicamente circula una ráfaga de aire caliente por sus orificios nasales. Todos lucen efervescentes y relativamente jóvenes, cuando en realidad ya tienen una edad avanzada.

Mientras que los científicos occidentales siguen tratando de descubrir cómo y por qué funciona la meditación, nosotros ya sabemos que aporta beneficios no sólo fisiológicos sino también psicológicos. Y muchos terapeutas consideran que la meditación es un complemento válido de muchas terapias tradicionales. Por lo tanto, tal vez deberíamos tomar el consejo de Thomson y el ejemplo de los tibetanos, y hacer a fin de cuentas lo que nos haga sentir mejor.