Dada su pasión por las ciencias y su devoción por traer paz y felicidad al mundo, Su Santidad el Dalai Lama, junto con los mejores y mas brillantes científicos, crearon el Instituto de Mente y Vida para fomentar la colaboración con la ciencia occidental.

Hace pocos años, el Dalai Lama encargó a un gran grupo de renombrados físicos y científicos sociales, una investigación científica sobre el concepto de la felicidad. Dos años más tarde, los científicos regresaron con sus conclusiones sobre lo que debemos de hacer para sentirnos felices y realizados y con una fórmula de la felicidad: F = P + C + V

F – representa la felicidad
P – representa el punto de partida biológico del cerebro
C – representa las condiciones de vida
V – representa las elecciones voluntarias

La variable “P” (punto de partida biológico del cerebro) se refiere a nuestros mecanismos de percepción. Todos tenemos un lugar casi fijo en el espectro de la felicidad, basado en nuestra actitud ante la vida. Las personas más felices ven last oportunidades, mientras que las menos felices ven problemas, dependiendo de cómo está cableado su cerebro, es decir, de cómo está configurada su red neuronal. El punto de partida biológico determina el 50% de nuestra experiencia de felicidad de todos los días.

La variable “C” (condiciones de vida), se refiere principalmente al éxito profesional y material y a la riqueza personal. La creencia popular sobre qué es lo que nos hace sentirnos felices se centra mucho en esta variable. Sin embargo, este valor de la fórmula de la felicidad determina solamente alrededor del 12% de nuestra experiencia de felicidad diaria.

La variable “V” representa las elecciones voluntarias que realizamos diariamente. Cuando elegimos acciones que nos generan placer personal, estas nos brindan una felicidad pasajera, mientras que las acciones en las que ayudamos a otras personas sin esperar nada a cambio, es decir acciones desinteresadas, nos brindan una satisfacción interna muy profunda ya que el significado de la acción es sumamente poderoso. Este valor de la fórmula de la felicidad determina el 38% de nuestra experiencia de felicidad diaria. Algo que es un hecho, es que hacer felices a los demás y tener relaciones significativas brindan más felicidad permanente

Una de las conclusiones de la investigación fue que no hay nada de malo en tener una carrera profesional brillante y estar rodeado de comodidades y bienes materiales, pero eso solamente representará el 12% de tu felicidad. Para ser realmente feliz debes expandir tu conciencia, traspasar tu mente egotista y realizar acciones desinteresadas o buscar maneras de servir a los demás. Esto conduce a una sabiduría y felicidad verdaderas y perdurables.

¿Y qué sucede con el punto de inicio biológico de nuestro cerebro, que representa el 50% de la fórmula de la felicidad? Las personas que están biológicamente predispuestas a ser pesimistas, ¿están condenadas desde el principio?

La respuesta la podrás encontrar en mi próximo artículo.

César Gamio
Educador Master, Centro Chopra para el Bienestar
Consejero Senior, Centro Global para el Liderazgo Consciente