Los científicos y economistas que estudian el comportamiento humano se están interesando cada vez más en cómo la gente emplea su tiempo. Existe una gran cantidad de información relacionada con lo que se conoce como “Estudios sobre el empleo del tiempo”, que brinda mayor claridad sobre cómo la gente emplea su tiempo, con quién y cómo se sienten en diferentes momentos del día. ¡Un gran descubrimiento de esta investigación, es que para muchos, la persona con la que menos disfrutan estar es con su jefe!

De todas las categorías que muchas de estas personas clasificaron, desde amigos hasta parientes, desde compañeros de trabajo hasta niños, indicaron que el tiempo que pasaban con su superior era el peor momento del día. De acuerdo con el estudio, muchas de estas personas realmente prefieren hacer tareas rutinarias, hacer mandados y limpiar la casa antes de estar con su jefe.

Los malos líderes generalmente tienen un trato infantil, son tercos, egoístas, excesivamente demandantes, impulsivos, interrumpen constantemente y hacen rabietas. Tener este tipo de liderazgo en una organización obviamente eleva el índice de rotación voluntaria, ausentismo, presentimo laboral y afecta negativamente el compromiso y desempeño de los empleados. Es lógico que sea así.

Claro que no todos los jefes son incompetentes. Los investigadores definen a un buen jefe como alguien que tiene consideración hacia los empleados, que establece objetivos claros, que tiene expectativas realistas, que se comunica y provee feedback, que maneja el cambio sabiamente y que incluye a las personas en la toma de decisiones y en la delegación de autoridad. Un buen jefe es la clase de líder o gerente que te entusiasma respecto del futuro.

Si bien la mayoría de nosotros no tiene la libertad de elegir a su jefe, a menudo subestimamos el impacto profundo que tiene esta relación en nuestro compromiso con el trabajo, nuestra salud física y nuestro bienestar general. Cada vez hay más evidencia que demuestra que existe una conexión clara entre los líderes malos y los problemas de salud de los empleados. En otras palabras, los malos jefes pueden enfermarte y afectar la manera en la que tu te relacionas con tu familia.

Un estudio demostró que el estrés y la tensión causados por un jefe incompetente y negativo conlleva a influenciar negativamente las relaciones personales del empleado incluyendo las relaciones familiares. Estudios aseveran que cuando las personas informaron tener un jefe incompetente y negativo, tenían más probabilidades de reportar más tensiones en su relación de pareja y conflictos familiares en casa.

Y esto no es todo…

Otro estudio indicó que cuanto más sentían los empleados que sus jefes eran incompetentes, más riesgo tenían ellos de sufrir paros cardíacos, cardiopatías, angina de pecho (que es un tipo de dolor en el pecho causado por un flujo sanguíneo reducido hacia el músculo del corazón) y otras complicaciones graves relacionadas con el corazón. Este riesgo aumenta cuanto más tiempo trabajes en el mismo ambiente estresante. Por ejemplo, para aquellos que han trabajado con ese tipo de gerente más de 4 años, el riesgo aumenta de un 24% a un 39%. Es evidente entonces: tu jefe afecta tu salud.

Si estás buscando un nuevo puesto, un nuevo proyecto o un nuevo trabajo, asegúrate de entenderte bien con la persona ante quien debas rendir cuentas. Esto es tanto o más importante que tu cargo, las ventajas y gollerías del puesto y hasta el prestigio de la empresa.

Recuerda que no es necesario que seas amigo de tu jefe, pero debes tener una relación amical y profesional. Tu jefe es una parte integral de tu vida diaria como para tener una relación incómoda, que como bien ya lo comentamos, podría afectar tu salud y la de tu familia.

Ten en cuenta que la relación con el jefe, es la razón principal por la que los empleados deciden conservar su trabajo y también la razón principal por la que deciden renunciar a el.

César Gamio
Educador Master, Centro Chopra para el Bienestar
Consejero Senior, Centro Global para el Liderazgo Consciente