Este es el mejor momento para dominar el arte de pretender.
Nunca me imaginé que le pediría a alguien que simulara, pero ha llegado el momento de rendir honor al arte de la simulación.
Trasladarnos diariamente al trabajo siempre ha servido como un buen momento de transición mental. Durante ese momento, en donde pasamos del descanso y la tranquilidad a un ambiente laboral agitado, nuestra mente tiene tiempo de hacer un cambio psicológico necesario para prepararse para el trabajo.
Si a veces tienes que trabajar desde casa, es importante tener en cuenta que trabajar en la cama o en pijamas no nos predispone a dar nuestro máximo potencial. Nuestro cerebro posee un gran poder de asociación, lo que significa que mezclar señales de indulgencia (cama/pijamas) con el trabajo nos ubica en un estado mental inactivo, indeciso y hasta negligente.
Por lo tanto, si trabajas desde casa, después de levantarte simula que tienes que salir a trabajar. Es decir, realiza tu rutina diaria (meditación, ejercicio, desayuno, ducha, etc.), vístete como si fueras a trabajar y luego comienza tu día laboral. Si bien la transición entre la cama y el trabajo será más breve, hacer de cuenta que vas a salir de casa te ayudará a prepararte psicológicamente para trabajar al máximo.