La Meditación Estimula la Actividad Cerebral

La Meditación Estimula la Actividad Cerebral

Hace tiempo que la meditación regular ha sido promocionada como un método de reducción del estrés. No obstante, un estudio realizado recientemente indica que los practicantes también se benefician con el estímulo de actividad cerebral que ocasiona.

La presentadora de CNN Frederika Whitfield entrevistó a Sara Lazar, científica investigadora del Hospital General de Massachusetts e instructora de la Facultad de Medicina de Harvard, para saber más sobre el estudio y los beneficios que aparentemente brinda la meditación.

WHITFIELD: ¿Explíqueme por qué, según su investigación, ha descubierto que la meditación realmente tiene un efecto tranquilizante y hasta tal vez pueda estimular la actividad cerebral?

LAZAR: Lo que descubrimos es que las personas que han estado practicando la meditación budista de entendimiento poseen una corteza más gruesa en algunas partes de su cerebro que las personas que no practican la meditación.

WHITFIELD: Hablemos de las técnicas de meditación porque, como sabrá, pareciera que existen muchas definiciones diferentes de lo que realmente es la meditación. De acuerdo con su estudio, ¿por cuánto tiempo hay que meditar y cuáles son los métodos para hacerlo?

LAZAR: Bueno, estas personas en particular practican lo que se denomina meditación de entendimiento (insight meditation), que es un tipo de meditación en donde uno simplemente presta atención a su respiración. A medida que inhalas y exhalas, observas las sensaciones asociadas con esa actividad. Ellas practican alrededor de 40 minutos por día, en promedio. Incluimos desde gente con un año de experiencia hasta personas con 40 años de experiencia. (…)

Y lo que observamos es que el grosor guardaba relación con la cantidad de práctica que tenían. Por eso, gente que tenía apenas algunos años de experiencia presentaba una corteza más grande.

WHITFIELD: Entonces, con la conclusión de amplia variedad a la que arribaron en el estudio no necesariamente tiene que tratarse de una práctica de toda la vida. Se puede continuar en cualquier momento.

LAZAR: Exacto.

WHITFIELD: Y de esta manera se pueden disfrutar los mismos beneficios que los practicantes de toda la vida.

LAZAR: Definitivamente. Necesitamos realizar los estudios para probar eso de manera concluyente. Pero sí se sugiere que cada hora cuenta y que todo cuenta.

Algunos practicantes, en realidad tres practicantes, también hacían yoga y aparentemente la práctica de yoga también les aportaba beneficios. Lo que significaría que no se trata solamente de este tipo de meditación.

WHITFIELD: ¿cuáles son algunos de los demás beneficios que han descubierto a raíz de la investigación? Hacer yoga, aparte de que puede estimular la energía cerebral, ¿qué consecuencias tuvo en los niveles de estrés de las personas?

LAZAR: Bueno, lamentablemente, no analizamos eso en este estudio en particular. No obstante, existen otros estudios que han demostrado que la meditación puede disminuir el estrés. También puede disminuir la ansiedad y la depresión, además de tener efectos positivos en el caso de muchas otras enfermedades.

WHITFIELD: Ahora que su estudio arrojó esta conclusión, ¿cómo hace para enviar el mensaje al público en general de que la meditación es algo que debe ser aprendido o mejorado, en el caso de que ya lo estén practicando?

LAZAR: Bueno, no sé si se puede mejorar. Es decir, creo que lo importante es simplemente hacerlo y tener una práctica placentera. Diría que lo más importante es encontrar una práctica que disfrutemos. Por eso, si probamos una y no nos gusta, debemos probar con otra cosa.

WHITFIELD: Es interesante que usted haga pública esta investigación justo ahora, una semana después de que el Dalai Lama visitara los Estados Unidos, precisamente Washington, para participar de una convención de neurociencia, en donde no todos estaban de acuerdo con la idea de la unión de la meditación y la ciencia. De hecho, un grupo de neurocientíficos participantes firmó peticiones para que el Dalai Lama no hablara sobre esto.

¿Por qué algunos están dispuestos a aceptar la meditación como un tipo de ciencia verdadero con beneficios medicinales reales mientras que otros no?

LAZAR: Bueno, una porción de la ciencia no ha sido tan rigurosa como debería ser. Como consecuencia, creo que eso ha dificultado la tarea de la gente que está desarrollando buena ciencia. Asimismo, creo que existía alguna clase de motivación política detrás de esas personas que firmaron la petición, relacionada con que el Dalai Lama sea el líder del Tíbet. También creo que a algunos simplemente les gusta crear controversia.

WHITFIELD: Muy bien. ¿Entonces su mejor recomendación, Sara Lazar, indica que la meditación puede ser simplemente un momento de silencio o tiene que estar asociada con un Om?

LAZAR: No, para nada. Estos practicantes no utilizan un mantra. Simplemente prestan atención a su respiración: inhalar, exhalar, inhalar exhalar… A veces se le llama meditación de atención plena o meditación de entendimiento. Le repito que cualquier método que elija para su práctica seguramente le aportará beneficios.

La Meditación Disminuye la Presión Arterial

La Meditación Disminuye la Presión Arterial

La meditación puede ser una herramienta útil para mantener sano el corazón, declararon los investigadores que descubrieron cómo esta meditación mantiene la presión arterial baja.Y en el caso de las personas cuyos corazones ya sufren de enfermedades, la manera de prevenir complicaciones futuras es siendo optimista.

Los estudios respaldan las pruebas que sugieren que la gente estresada y aquellos que son propensos a los cambios del estado de ánimo tienen más riesgo de sufrir cardiopatías. Los científicos de la Facultad Médica de Georgia descubrieron por qué las personas que practicaban la meditación  diariamente presentaban presión arterial significativamente más baja que aquellos que no meditaban.

La práctica mantiene los vasos sanguíneos abiertos y, por lo tanto, la presión se mantiene baja; mientras que la presión arterial alta ofrece un riesgo mayor de sufrir cardiopatías.

Conexión comprobada

El Dr. Vernon Barnes, quien encabezó el estudio, declaró: “durante años, hemos comprobado que los practicantes de mucho tiempo de meditación generalmente tienen presión arterial más baja que los no practicantes de la misma edad”. “Ahora estamos comenzando a entender realmente los mecanismos subyacentes responsables de la influencia positiva de la meditación en el caso de los factores de riesgo de cardiopatías”.

Los practicantes de la técnica dicen que la meditación difiere de otras técnicas porque no es necesaria la concentración. Dicen que sucede naturalmente, al igual que respirar. Los investigadores compararon 18 personas que practicaron meditación trascendental todos los días durante un período de años (todas estas personas ya presentaban presión arterial muy baja) con 14 adultos de mediana edad “muy saludables” que no meditaban. A todos se les dieron dos exámenes.

Primero, se midieron el ritmo cardíaco y la presión arterial de todas las personas mientras descansaban con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados.

Relajación

En el caso del examen con los ojos cerrados, a los meditadores se les indicó que meditaran y a los otros que se relajaran “lo más posible”. Durante la sesión, el grupo meditador mostró una disminución de la presión arterial y menos opresión de los vasos sanguíneos mientras que el otro grupo mostró aumentos.

“El contraste entre los dos grupos pudo haber sido más grande si los practicantes de la meditación hubieran sido analizados en su casa”, declaró el Dr. Barnes. “Algunos participantes informaron que su meditación fue interrumpida por el inflado del tensiómetro cada 5 minutos y por el hecho de que no se les permitía sentarse de piernas cruzadas, como estaban acostumbrados a hacer cuando meditaban en sus casas”.

Los resultados se dieron a conocer el lunes en la publicación Psychosomatic Medicine.

El optimismo previene las complicaciones

Otra investigación dada a conocer en la misma publicación mostró que una actitud optimista en respuesta a una enfermedad cardíaca puede ayudar a los enfermos a evitar un ataque. Informó que para encarar la enfermedad luego de la cirugía los pacientes que eran más optimistas sobre las probabilidades de supervivencia eran menos propensos a sufrir otras complicaciones cardíacas.

Las actitudes de los pacientes fueron medidas a escala de “adaptación cognitiva”, que catalogaba su capacidad para adoptar un pronóstico positivo. Los investigadores informaron que no sabían por qué era así, pero sugirieron que podía ser porque aquellos que tenían una capacidad de adaptación cognitiva más elevada cuidaban más su salud en general.

Dijeron que, alternativamente, el bienestar psicológico podría tener algún efecto indefinido sobre los procesos físicos que operan en las cardiopatías.

La Meditación Puede Frenar un Ataque Cardíaco

La Meditación Puede Frenar un Ataque Cardíaco

Cuando Julia Banks estaba cerca de los 70, comenzó a practicar la meditación trascendental. Tenía las arterias obstruidas, presión arterial alta y mucho sobrepeso en la mitad de su cuerpo. Se inscribió para participar de un ensayo clínico para probar los beneficios de la meditación.

Actualmente, la Sra. Banks, que tiene 79 años y vive en Milwaukee, medita dos veces al día, todos los días, durante 20 minutos cada vez, haciendo un espacio para lo que ella denomina “un pequeño tiempo para mí misma”.

“Uno piensa que no tiene ese tiempo de sobra, pero si se hace el tiempo para uno mismo se obtiene la relajación que se necesita”, declara la Sra. Banks, que sobrevivió a un paro cardíaco severo y a una hospitalización prolongada luego de ser sometida a una cirugía de bypass de arteria coronaria hace 6 años.

“Tienes tu mente ocupada en cosas pero simplemente las bloqueas y practicas tu meditación. De esta manera, te desenvuelves mejor en tu vida”, explica. “Te das cuenta de que los problemas que creías que tenías no existen; simplemente se trataba de cosas en las que ubicabas tu atención”.

La relajación mental, ¿podría brindar beneficios fisiológicos concretos? En el caso de la Sra. Banks, el estudio sugiere que sí. Ha podido controlar su presión arterial, aunque continúa tomando su medicación, y ha perdido alrededor de 75 libras (34 kg).

Los descubrimientos hechos a raíz del estudio fueron presentados esta semana en una reunión de la Asociación Americana del Corazón, que tuvo lugar en Orlando, Florida. Los resultados sugieren que la meditación trascendental podría tener un valor terapéutico concreto para las personas consideradas de alto riesgo, como en el caso de la Sra. Banks, con una enfermedad de las arterias coronarias.

Los investigadores declararon que luego de controlar a 200 pacientes por un promedio de 5 años, los pacientes de alto riesgo que meditaban disminuyeron el riesgo de sufrir paros cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muerte por cualquier causa aproximadamente a la mitad, en comparación con un grupo de pacientes con características similares que recibieron una instrucción más convencional sobre una dieta y estilo de vida saludables.

Por un lado, entre los cerca de 100 pacientes que meditaron, ocurrieron 20 paros cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muertes; por el otro lado, en el otro grupo hubo 32. Los meditadores tuvieron una tendencia a no sufrir enfermedades por más tiempo y redujeron su presión arterial sistólica en un promedio de 5 milímetros de mercurio.

“Encontramos una reducción en la presión arterial importante, que fue seguramente un mediador importante”, declaró el Dr. Robert Schneider, director del Instituto de Medicina Natural y Prevención, una institución de investigación ubicada en la Universidad de Administración de Maharishi, en Fairfield, Iowa.  Él fue la persona encargada de presentar los resultados de la investigación. El estudio se llevó a cabo en la Facultad Médica de Wisconsin, en Milwaukee, y contó con la colaboración del instituto.

Un estudio anterior de residentes de alto riesgo de Milwaukee, muchos de ellos por sobrepeso u obesidad, también descubrió que la meditación trascendental, además de la medicación convencional, podía reducir la presión arterial. Muchas de las personas que participaron del estudio tenían educación secundaria o inferior, cerca de un 40% fumaba y alrededor de la mitad tenía ingresos anuales menores a $10.000.

Los participantes informaron que la meditación trascendental fue fácil de aprender y practicar, según declaró el Dr. Schneider.

“Afortunadamente, no es necesaria ninguna educación en especial para aprenderla y no entra en conflicto con ninguna filosofía o creencia de vida; se trata de una técnica simple para que la mente y el cuerpo disfruten de un descanso profundo”, declaró. También agregó que cree que esta técnica “ayuda a reajustar la autoreparación propia y el mecanismo homeostático del cuerpo”.

El Dr. Schneider indicó que la meditación podría provocar otros beneficios a partir de la reducción del estrés, que puede causar cambios en el cerebro que reducen las hormonas de estrés, tales como el cortisol, y desalientan los procesos inflamatorios asociados con la arteriosclerosis.

“¿Qué sucede con el estrés que provoca enfermedades cardiovasculares? Se preguntó el Dr. Theodore Kotchen, decano adjunto de investigación clínica de la Facultad Médica de Wisconsin. “Las hormonas, las hormonas neuronales, el cortisol, las catecolaminas… todos tienden a elevarse cuando existe el estrés. ¿Podrían estos elementos, de alguna manera, contribuir a aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular? ¿Se podría reducir el riesgo de enfermedad si se reducen estas hormonas por medio de la meditación? Solamente podemos hacer especulaciones”.

Otro estudio actual dedicado específicamente a la meditación trascendental, incluido en la publicación American Journal of Hypertension, se concentró en una población joven sana. Descubrió que los estudiantes universitarios que no tenían estrés mejoraban su humor a través de la meditación trascendental, mientras que los que tenían riesgo de sufrir hipertensión pudieron reducir su presión arterial. El Dr. Schneider también participó de esta investigación, que fue llevada a cabo en la Universidad Americana en Washington e incluyó a 298 estudiantes elegidos al azar para integrar un grupo de meditación y una lista de espera.

Los estudiantes que tenían riesgo de sufrir hipertensión y practicaron la meditación redujeron su presión arterial sistólica en 6,3 milímetros de mercurio y su presión diastólica en 4 milímetros de mercurio, en promedio.

La Meditación Puede Ayudar a Calmar la Ansiedad. Una Sesión de tan sólo 10 Minutos Puede Tener Efectos Increíbles.

La Meditación Puede Ayudar a Calmar la Ansiedad. Una Sesión de tan sólo 10 Minutos Puede Tener Efectos Increíbles.

La verdad es que cualquier cosa que nos ayude a reducir el estrés es bienvenida. Pero, ¿en qué más nos podría ayudar la meditación gracias a que investigadores como el Dr. Herbert Benson comenzaron a acumular información, muchos estudios demostraron que la meditación no sólo tiene un efecto en la mente sino también un efecto fisiológicamente profundo en el cuerpo. Las investigaciones mostraron que, entre otros beneficios, la meditación puede ayudar a revertir las enfermedades cardíacas, la causa número 1 de muerte en los Estados Unidos. Asimismo, puede reducir el dolor e incrementar el sistema inmunológico del cuerpo, para luchar mejor contra las enfermedades.

Una gran cantidad de investigación nueva nos da más ánimo. Según un estudio publicado el año pasado en la publicación Stroke, 60 afroamericanos con arteriosclerosis, o endurecimiento de las arterias, practicaron meditación entre 6 y 9 meses (los afroamericanos tienen el doble de probabilidades que los caucásicos de morir de enfermedades cardiovasculares). Por un lado, los meditadores mostraron una disminución marcada del grosor de sus paredes arteriales, mientras que por el otro, los que no meditaron mostraron de hecho un aumento. En el caso del grupo de meditación, el cambio podría provocar una disminución de un 11% del riesgo de sufrir ataques cardíacos y entre un 8 y un 15% de disminución del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Un segundo estudio, publicado el año pasado en Psychosomatic Medicine, le enseño la meditación consciente (una técnica de meditación) a un grupo de 90 pacientes con cáncer elegidos al azar. Luego de 7 semanas, los que habían meditado informaron que se sentían considerablemente menos deprimidos, ansiosos, enojados y confundidos que el grupo de control, que no había practicado la meditación. Los meditadores también tenían más energía y menos complicaciones cardíacas y gastrointestinales en comparación con el otro grupo.

Otro estudio reciente investigó detalladamente qué sucede durante la meditación que permite que se sucedan estos cambios físicos positivos. Los investigadores de la Facultad de Administración de Fairfield, Iowa, descubrieron que la meditación tiene un efecto dominante sobre el estrés. Analizaron un grupo de personas que habían meditado durante 4 meses y descubrieron que producían menos cortisol, la hormona de estrés. Por lo tanto, se sentían más capaces de manejar el estrés en sus vidas, independientemente de las circunstancias personales.

La Dra. Diane Adile Kirschner, psicóloga clínica de la zona de Filadelfia, a veces les receta a sus pacientes aprender a meditar y es testigo de lo útil que les resulta. “La meditación no solamente es un método maravilloso para desestresarse sino que también ayuda a que las personas se relacionen mejor entre ellas”, declaró la Dra. “Me doy cuenta cuando mis pacientes continúan con la meditación. Por ejemplo, atendía a una pareja que discutía constantemente. Después de empezar a meditar, se volvieron menos agresivos, más reflexivos y más cariñosos”.

Entonces, ¿por qué no medita más gente? “Porque nos ubica en el centro de nosotros mismos, en donde no siempre queremos estar”, sugiere el Dr. Roger Thomson, psicólogo con práctica privada en Chicago y meditador zen. “Con frecuencia, queremos arreglar las cosas en vez de aceptarlas de la forma que son. Algunos pensamos que no tenemos el tiempo y la energía suficientes para meditar, cuando en realidad no podemos darnos el lujo de no hacerlo”.

El Dr. Mark Epstein, psiquiatra con práctica privada en la ciudad de Nueva York y meditador, al igual que muchos otros expertos, cree que la efectividad de la meditación está relacionada con dejar de lado el al ego propio. Como dice él: “cuando miras fijamente una estrella en la noche, es difícil verla. Pero cuando apartas tu mirada ligeramente, se vuelve nítida. Creo que sucede lo mismo entre el ego y la meditación. Cuando uno se centra en el yo durante la práctica de la meditación, el ego engreído se vuelve, paradójicamente, escurridizo. Te vuelves más consciente de la conexión que posees con otros seres y puedes poner en la perspectiva correcta tus propias preocupaciones”.

Un grupo de ancianos chinos mantiene su conexión reuniéndose cada amanecer en el centro comunal de la ciudad de Monterey Park, California. Mueven sus brazos y estiran sus torsos en elegante armonía y luego se quedan completamente quietos, simplemente meditando. Únicamente circula una ráfaga de aire caliente por sus orificios nasales. Todos lucen efervescentes y relativamente jóvenes, cuando en realidad ya tienen una edad avanzada.

Mientras que los científicos occidentales siguen tratando de descubrir cómo y por qué funciona la meditación, nosotros ya sabemos que aporta beneficios no sólo fisiológicos sino también psicológicos. Y muchos terapeutas consideran que la meditación es un complemento válido de muchas terapias tradicionales. Por lo tanto, tal vez deberíamos tomar el consejo de Thomson y el ejemplo de los tibetanos, y hacer a fin de cuentas lo que nos haga sentir mejor.

Desmitificando la Meditación: Imágenes Cerebrales Muestran Cómo la Meditación Reduce el Dolor

Desmitificando la Meditación: Imágenes Cerebrales Muestran Cómo la Meditación Reduce el Dolor

De acuerdo con una nueva investigación publicada en la edición del 6 de abril del Journal of  Neuroscience, la meditación produce efectos calmantes del dolor en el cerebro.

“Se trata del primer estudio que muestra que con tan sólo un poco más de una hora de práctica de meditación se puede reducir increíblemente tanto la experiencia del dolor como la activación cerebral relacionada con el dolor”, declaró el Dr. Fadel Zeidan, autor principal de la investigación y miembro investigador postdoctoral del Centro Médico Wake Forest Baptist.

“Descubrimos un gran efecto: una reducción de cerca del 40% en la intensidad del dolor y una reducción del 57% en la incomodidad que produce el dolor. La meditación produjo una reducción del dolor más grande que incluso la morfina u otras drogas calmantes, que generalmente reducen el índice del dolor en alrededor de un 25%”.

Para realizar el estudio, 15 voluntarios sanos que nunca habían meditado en su vida asistieron a 4 clases de 20 minutos cada una para aprender una técnica de meditación conocida como atención concentrada. La atención concentrada es un tipo de meditación de atención plena en donde se les enseña a las personas a prestar atención a su respiración y soltar los pensamientos y emociones que las distraen.

Antes y después de realizar la práctica de meditación, se examinó la actividad cerebral de los participantes del estudio utilizando una toma de imágenes especial: imágenes de resonancia magnética (MRI, sus siglas en inglés) por marcado arterial de spin (Arterial Spin Labeling, ASL), que captura los procesos cerebrales de más larga duración, tales como la meditación, mejor que una imagen normal de resonancia magnética de la función cerebral.

Durante esta toma de imágenes, se ubicó un dispositivo de calor inductor del dolor en las piernas derechas de cada uno de los participantes. Este dispositivo calentaba una zona pequeña de su piel a 49 grados centígrados (120 F), una temperatura que infligiría dolor en la mayoría de las personas, durante 5 minutos.

Las imágenes posteriores a la práctica de la meditación mostraron que los índices de dolor de todos los participantes se habían reducido, con disminuciones desde un 11 y hasta un 93%, según Zeidan.

Al mismo tiempo, la meditación redujo considerablemente la actividad cerebral en la corteza somatosensorial primaria, un área que está íntimamente relacionada con la creación del sentimiento de dónde se encuentra el estímulo doloroso y cuán intenso es. Las imágenes tomadas antes de iniciar la práctica de meditación mostraron que la actividad en esta área era muy intensa. No obstante, no se pudo detectar una actividad en esta región de procesamiento del dolor tan importante en la toma de imágenes cuando los participantes estaban meditando.

Asimismo, la investigación mostró que la meditación aumentó la actividad cerebral en determinadas áreas, entre las que se encuentran la corteza cingular anterior, la corteza insular anterior y la corteza orbitofrontal. “Todas estas áreas determinan cómo el cerebro construye una experiencia de dolor desde las señales nerviosas que ingresan desde el cuerpo”, explicó el Dr. Robert C. Coghill, autor principal del estudio y profesor adjunto de neurobiología y anatomía de Wake Forest Baptist.

“Sistemáticamente, cuanto más se activaban estas áreas por medio de la meditación, mayor era la reducción del dolor. Una de las razones por las cuales la meditación podría ser tan efectiva en bloquear el dolor es que no trabajó solamente en un lugar del cerebro, sino que redujo el dolor en muchos niveles de procesamiento”.

Zeidan y sus colegas creen que la meditación posee un gran potencial para ser utilizado clínicamente ya que demanda muy poco entrenamiento para producir efectos tan reductores del dolor. “Este estudio demuestra que la meditación produce efectos verdaderos en el cerebro y que puede brindar una solución efectiva para que las personas disminuyan significativamente el dolor sin necesidad de ingerir medicamentos”, declaró Zeidan.

La Práctica de La Meditación Influye en la Conciencia de uno Mismo, la Memoria, la Empatía y el Estrés

La Práctica de La Meditación Influye en la Conciencia de uno Mismo, la Memoria, la Empatía y el Estrés

Participar en un programa de meditación consciente durante 8 semanas produciría cambios apreciables en las regiones del cerebro asociadas con la memoria, la conciencia de uno mismo, la empatía y el estrés. El estudio, que será publicado en la edición del 30 de enero del Psychiatry Research: Neuroimaging (Investigaciones en Psiquiatría: Neuroimagen), fue encabezado por el Hospital General de Massachusetts (MGH, sus siglas en inglés). Sus investigadores informaron los resultados de su estudio, el primero en documentar los cambios que la meditación produce con el transcurso del tiempo en la materia gris del cerebro.

“Si bien la práctica de la meditación está asociada con una sensación de paz y relajación física, hace tiempo que los practicantes afirman que la meditación también aporta beneficios cognitivos y psicológicos que duran todo el día”, declaró la Dra. Sara Lazar, del Programa de Investigación de Neuroimagen Psiquiátrica del MGH y autora principal del estudio. “Este estudio demuestra que los cambios en la estructura cerebral pueden contener algunas de estas mejoras que han sido afirmadas y que la gente no se siente mejor solamente porque se toma tiempo para relajarse”.

Estudios previos llevados a cabo, entre otros, por el grupo de Lazar descubrieron diferencias estructurales entre los cerebros de los practicantes avanzados de meditación y los individuos que no poseen un historial en meditación. Observaron un engrosamiento de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional. No obstante, dichas investigaciones no fueron capaces de probar que las diferencias fueran producidas por la meditación.

En el caso del estudio actual, se realizaron resonancias magnéticas de la estructura cerebral de 16 participantes del estudio dos semanas antes y después de haber participado del Programa de 8 semanas de Reducción del Estrés Basado en la Conciencia Plena (MBSR, sus siglas en inglés) del Centro de Conciencia Plena de la Universidad de Massachusetts. Además de participar de encuentros semanales con prácticas de meditación consciente, centrada en la conciencia desprejuiciada de las sensaciones, sentimientos y estados de ánimo, los participantes recibieron grabaciones de audio para la práctica guiada de la meditación y se les pidió que llevaran la cuenta de la cantidad de tiempo que practicaban a diario. Asimismo, se hicieron resonancias magnéticas de los cerebros de un grupo de control de personas que no meditan por el mismo lapso de tiempo.

El grupo de participantes de meditación informó haber ocupado un promedio de 27 minutos por día a la práctica de ejercicios de conciencia plena y sus respuestas a un cuestionario sobre conciencia plena arrojaron mejoras importantes comparadas con las respuestas anteriores a su participación. El análisis de las imágenes de las resonancias magnéticas, que se concentraron en áreas en donde en estudios previos se detectaron diferencias asociadas con la meditación, arrojó una densidad de materia gris aumentada en el hipocampo, conocido por su incidencia en el aprendizaje y la memoria, así como también en estructuras asociadas con la conciencia de uno mismo, la compasión y la introspección.

Las reducciones de estrés informadas por los participantes también guardaron correlación con la disminución de densidad de material gris en la amígdala, conocida por el papel importante que desempeña en la ansiedad y el estrés. Si bien no se notaron cambios en la estructura asociada con la autoconciencia, llamada ínsula, identificada en estudios anteriores, los autores sugieren que la práctica a largo plazo de la meditación puede ser necesaria para producir cambios en dicha área. Ninguno de estos cambios fue detectado en el grupo de control, lo que indica que no fueron producidos simplemente por el paso del tiempo.

“Es fascinante ver la plasticidad del cerebro y cómo podemos tener un rol importante en los cambios del cerebro, aumentar nuestro bienestar y mejorar nuestra calidad de vida mediante la meditación”, declaró la Dra. Britta Hölzel, primera autora del artículo e investigadora del MGH y de la Universidad Giessen de Alemania. “Otros estudios realizados en otras poblaciones de pacientes han mostrado que la meditación puede lograr mejoras importantes en una variedad de síntomas. En la actualidad, estamos investigando los mecanismos subyacentes del cerebro que facilitan este cambio”.

La Dra. Amishi Jha, neurocientífica de la Universidad de Miami, que estudia los efectos de la práctica de conciencia plena en personas en situaciones de mucho estrés, declaró: “Estos resultados arrojan luz sobre los mecanismos de acción de la práctica basada en conciencia plena. Demuestran que la experiencia personal del estrés no solamente puede ser reducida mediante un programa de 8 semanas de conciencia plena sino que este cambio experiencial se relaciona con cambios estructurales en la amígdala, un descubrimiento que abre la puerta a una infinidad de posibilidades para la investigación futura sobre el potencial de la MBSR para protegerse de los trastornos relacionados con el estrés, tales como los trastornos por estrés postraumático”. Jha no formó parte de las investigaciones.

El Dr. James Carmody, del Centro de Conciencia Plena de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, es uno de los autores del estudio, que recibió el respaldo de los Institutos Nacionales de la Salud, la BBC y el Instituto Mente y Vida.

El Hospital General de Massachusetts, que celebra el aniversario número 200 de su fundación, en 1811, es el hospital de enseñanza más grande y primero de la Facultad de Medicina de Harvard. El MGH lleva a cabo la investigación con base hospitalaria más grande de los Estados Unidos, con un presupuesto anual de alrededor de $700 millones. Posee grandes centros de investigación de SIDA, investigación cardiovascular, cáncer, biología integradora y computacional, biología cutánea, genética humana, formación de imágenes médicas, trastornos neurodegenerativos, medicina regenerativa, biología de sistemas, biología de trasplante y fotomedicina”.