Suele suceder que cuando estamos trabajando nos olvidamos de que somos seres humanos. Intentamos exprimir las horas del día para cumplir con compromisos y obligaciones, dejando completamente de lado algunos principios de la biología humana relacionados con nuestro desempeño. No obstante, somos seres biológicos, por lo tanto, existen algunos principios que debemos atender si la maximización de nuestro desempeño es algo que anhelamos.
Para alcanzar niveles elevados de desempeño de manera consistente, no debemos ignorar un principio básico que nos ayudará a sostener nuestra capacidad de desempeño incluso en medio de la presión: la oscilación (movimiento rítmico entre el desgaste de energía (estrés) y la renovación (recuperación)).
Los expertos en el campo de la biología indican que nuestro sistema de mente-cuerpo necesita recuperarse cada 90 a 120 minutos. Por ejemplo, si comienzas a trabajar a las 8 de la mañana y no te desconectas del trabajo hasta la hora del almuerzo, alrededor de las 10 de la mañana de ese día seguramente tu capacidad física, mental y emocional comenzará a disminuir, afectando así el resultado y la calidad de tu trabajo. Es un hecho de la ciencia.
Todavía me sigue impactando ver a ejecutivos que programan almuerzos de trabajo y ni hablar de las descabelladas sugerencias de trabajar durante el “break”. ¡Qué contradicción! La clave para lograr un desempeño elevado de manera consistente es romper la linealidad: la falta de oscilación entre el desgaste de energía y la recuperación. Los hábitos que apuntan a la recuperación en determinados momentos del día aumentarán tus niveles de energía, concentración y motivación. Te lo garantizo.
Recomendación
Recuerda que para lograr maximizar tu nivel de desempeño, debes romper la linealidad y fomentar la oscilación. Ten en cuenta estos consejos:
1. Aléjate de tu escritorio o sal a caminar cada 90 minutos. Resiste ante la tentación de llevarte tu teléfono celular o tableta. Desconéctate completamente de tu trabajo invirtiendo entre 5 y 10 minutos para ello. Esto permitirá que tu sistema de mente-cuerpo se recargue.
2. Programa tus pausas al igual que programas una reunión importante. Al hacerlo, se hará más difícil evitarlas.
3. Busca un socio de pausas. Socializar es una manera infalible de refrescar la mente. Por eso, recluta a un compañero de trabajo para tomar un jugo, conversar un poco o hacer una caminata.
4. Medita o practica yoga en una silla. Busca en Internet “chair yoga” (yoga en silla) y encontrarás muchos videos útiles que te enseñarán a relajarte de pies a cabeza sin moverte de la silla (si es que tu trabajo no te permirte moverte de tu silla)
5. Aprovecha al máximo tu pausa para almorzar. Definitivamente no debes almorzar en tu escritorio.