10 días antes de mi cumpleaños, el 2 de octubre de 2017, recibí un presente.
Un presente de una fuente inesperada que pareció querer ayudarme a mí y a muchos otros en mi profesión y que transmite con rigor científico una realidad: todos los aspectos de tu ser (cuerpo, mente y emociones) están sincronizados con los ritmos de la naturaleza.
Si estás desentonado o desconectado respecto de estos ritmos, experimentarás estrés, presión, dolor e incomodidad
En un momento te diré qué era ese presente, pero antes déjame darte una breve explicación sobre qué son los ritmos de la Tierra y la manera en la que influyen en nuestra fisiología y psicología.
Ritmos circadianos: se trata del ciclo de 24 horas en los procesos fisiológicos de todos los seres vivientes. Nuestro cuerpo-mente se comporta de una manera determinada según el momento del día. Por ejemplo, a las 6:45hs experimentamos el máximo aumento de presión sanguínea para prepararnos para la actividad. A las 10hs la mayoría de nosotros experimenta un estado de alerta intensificado. A las 17hs aumenta nuestra fuerza muscular y entre las 20 y las 21hs liberamos melatonina para ayudarnos a dormir. Si alguna vez experimentaste jet lag, esto se produce debido a que interrumpiste tu ritmo circadiano al viajar hacia un huso horario diferente.
Ritmos estacionales: la manera en la que los cambios estacionales (la transición de verano a otoño, etc.) impactan en nuestro cuerpo, mente y emociones. Por ejemplo, existe un trastorno del estado de ánimo denominado trastorno afectivo estacional (TAE), el cual puede desencadenar síntomas similares a una depresión de leve a fuerte al final de otoño y durante el invierno.
Ritmos mareales: se trata del flujo y reflujo normal de los océanos y de grandes cuerpos de agua interiores. Normalmente, cada día (cerca de 24,8 horas) tienen lugar dos pleamar y dos bajamar que influyen en nuestros ritmos fisiológicos y psicológicos.
Ritmos lunares: la conexión entre algunos de nuestros procesos fisiológicos y psicológicos con el ciclo lunar que consta de 29,5 días. La investigación ha demostrado que si el ciclo menstrual de una mujer está alineado con el ciclo lunar, entonces su nivel de fertilidad será más elevado.
Ahora, hablemos del regalo que recibí: el 2 de octubre de 2017, tres genetistas y cronobiólogos (campo de la biología que estudia los fenómenos cíclicos de los organismos vivientes) de origen estadounidense, el Dr. Rosbash, el Dr. Young y el Dr. Hall recibieron el prestigioso premio Nobel de Fisiología/Medicina por descubrir los mecanismos internos de las plantas, animales y seres humanos que adaptan su ritmo biológico para sincronizarlo con las rotaciones de la Tierra.
Finalmente, la ciencia me brindó la evidencia que necesitaba para terminar de convencer a la gente de que debe prestar atención a esta relación simbiótica entre nuestro cuerpo-mente y la naturaleza.
La frase “estamos conectados con la naturaleza”, que las tradiciones de sabiduría siempre han proclamado, está dejando de ser una idea mística para convertirse en una conversación científica respecto de la manera en la que podemos realinear nuestro ser con los ritmos de la naturaleza para aumentar nuestro rendimiento, salud y calidad de vida general.
Recomendaciones
Existen 4 cosas que puedes hacer ya mismo para realinearte con la naturaleza:
Tener un sueño reparador. Nuestro reloj biológico circadiano está programado para que te acuestes dentro de un margen de tiempo determinado. Por eso, debes comprometerte a irte a la cama antes de las 22hs. Tu vida social puede entorpecer esto. Por lo tanto, se recomienda reducir (en la medida de lo posible) las salidas nocturnas que te traigan a casa pasada la medianoche.
Meditar diariamente. Cada día, debes practicar meditación por lo menos 10 minutos (con la técnica que prefieras) apenas te despiertas y antes del atardecer. Esta práctica constituye la madre de todas las prácticas en todo lo relacionado con el equilibrio y la alineación de nuestra fisiología y psicología.
Disfrutar momentos cerca de la naturaleza. Nuestros ritmos biológicos se ven fuertemente modulados por nuestro entorno (por esta razón es que tarde o temprano nos recuperamos del jet lag). Pasar tiempo en parques, en el campo o en cualquier lugar al aire libre que nos ponga en contacto directo con la naturaleza, tiene un efecto que nos calma y nos relaja, permitiéndonos alinear nuestros ritmos con los de la naturaleza.
Alejarse de la comida CRAPE. La comida Congelada, los Restos (o sobras), la comida Artificial (refinada o procesada), Precalentada o cocinada (en microondas) y Enlatada producirán un desarreglo en tus ritmos internos. Elige alimentos frescos, naturales e integrales.
Claridad, energía, creatividad, alegría, salud… éstos son sólo algunos de los beneficios que podrás disfrutar si sigues este consejo para alinearte nuevamente con los ritmos de la naturaleza.