Nutre tu Vida Espiritual: Reconoce el Poder de la Intención
Nutre tu vida espiritual siendo consciente que la intención es el punto de partida de cualquier camino espiritual. La intención incluye voluntad, determinación, aspiración y la visión más elevada. Si centras tu intención en la existencia material, esta crecerá. Una vez que plantes la semilla de una intención, el viaje de tu alma se desplegará automáticamente. También puedes ejercer una gran influencia a través de tus conductas diarias.
Nutre tu Vida Espiritual: 10 Maneras Básicas
Aquí te presentamos algunas reglas básicas para la vida espiritual que son efectivas y que servirán de mucho a la gente:
Conoce tus intenciones
No permitas que las intenciones falsas queden enmascaradas. Extráelas de raíz y trabaja en el peligro y el miedo que te mantenían unidos a ellas. Las intenciones falsas toman la forma de deseos culposos: quiero que otra persona falle, quiero vengarme, quiero ver que la gente mala sea castigada, quiero tomar algo que no es mío. Las intenciones falsas pueden ser elusivas; notarás su existencia por el sentimiento que está conectado a ellas, un sentimiento de miedo, codicia, furia, desesperanza o debilidad. Antes que nada, experimenta el sentimiento, niégate a aceptarlo y mantente alerta hasta que hayas encontrado la intención que yace debajo.
Establece tus intenciones elevadas
Aspira a ser un santo y un hacedor de milagros. ¿Por qué no? Si eres consciente de que el objetivo del crecimiento interno es alcanzar la maestría, entonces solicita que esa maestría se materialice lo antes posible. No te esfuerces por lograr milagros, pero tampoco los niegues para ti mismo. El comienzo de la maestría es la visión: observa los milagros alrededor tuyo y esto facilitará que se desarrollen milagros más grandes. Nutre tu vida espiritual de esta manera.
Vete a ti mismo en la luz
El ego mantiene su fuerza al hacernos sentir necesitados e impotentes. A partir de esta sensación de falta nace una necesidad de adquirir todo lo que tenemos al alcance de la vista. Suponemos que el dinero, el poder, el sexo y el placer llenarán ese vacío, pero no es así. Puedes escapar de este paquete de ilusiones si te visualizas no en la sombra luchando para llegar a Dios sino en la luz desde el primer momento. Nutre tu vida espiritual sabiendo que la única diferencia entre tú y un santo es que tu luz es pequeña mientras que la de un santo es grande. Ambos son de la luz.
Ve a todos los demás en la luz
La manera más barata de sentirte bien contigo mismo es sentirte superior a los demás. De esta pequeña semilla surgen todas las formas de juicio. Una receta simple puede ayudarte en esta cuestión. Cuando te sientas tentado a juzgar a otro ser humano, sin importar si lo merece o no, recuerda que cada uno está haciendo lo mejor que puede desde su propio nivel de conciencia.
Reafirma tus intenciones a diario
La vida cotidiana es una especie de caos arremolinado y el ego se afianza en sus demandas. Necesitas recordarte, día a día, tu objetivo espiritual. A algunas personas les sirve escribir sus intenciones; a otras les sirve tener períodos de meditación y rezo en forma regular. Nutre tu vida espiritual: encuentra tu centro, mira atentamente dentro de ti y no sueltes tu intención hasta que ésta se encuentre centrada dentro de ti.
Aprende a perdonarte a ti mismo
Todos caemos en las trampas del egoísmo y la desilusión cuando menos lo esperamos. Los hechos demuestran que lastimar a alguien, mentir imprudentemente y poseer la necesidad irresistible de engañar son universales. Perdónate a ti mismo por estar donde estás. Aplica para ti mismo las máximas que aplicas para los demás; estás haciendo lo mejor que puedes desde tu propio nivel de consciencia (me gusta recordar una definición de un maestro del discípulo perfecto: “aquel que siempre está tropezando pero nunca cae”).
Aprende a dejar ir
La paradoja de ser espiritual es que siempre estás equivocado y acertado al mismo tiempo. La vida es cambio; debes estar preparado para dejar ir las creencias, pensamientos y acciones de hoy sin importar cuán espiritual te hagan sentir. Cada nivel de crecimiento interno es bueno. Cada uno está nutrido por Dios.
Venera lo sagrado
Nuestra sociedad nos enseña a ser escépticos con lo sagrado. Pero cada santo es tu futuro y cada maestro está mirando sobre su hombro para mirarte a ti, esperando que te unas a él. Los representantes humanos de Dios constituyen un tesoro infinito. Nutre tu vida espiritual y profundiza en este tesoro te ayudará a abrir tu corazón.
Permite que el Universo asuma el mando
Mucha gente es adicta a las preocupaciones, el control, la gestión excesiva y la falta de fe. Resiste la tentación de seguir estas tendencias. No escuches a la voz que dice que debes tomar el control, que la vigilancia constante es la única manera de lograr que se hagan las cosas. Permite que el espíritu intente algo diferente.
Nutre tu vida espiritual asimilando en lo más profundo de ti que tu intención es la herramienta más poderosa que tienes a disposición. Ten la intención de que todo suceda como debe suceder, luego déjate ir y permite la llegada de oportunidades. El resultado que buscas lograr con insistencia puede no ser tan bueno como el que llega naturalmente. Si cada día pudieras poner el uno por ciento de tu vida en manos del Universo serías la persona más iluminada del mundo en tres meses. Ten esto en mente y cada día renuncia a algo, cualquier cosa.
Abraza lo desconocido
A través de los años has desarrollado tus gustos y aversiones; has aprendido a aceptar determinados límites. Nada de esto es tu verdadero ser. Nutre tu vida espiritual reconociendo que lo desconocido te está esperando; lo desconocido que no tiene nada que ver con el “yo” que ya conoces. Algunas personas llegan al borde de la ilusión solamente al momento de morir y luego, mirando bien hacia atrás, parece que toda una vida es increíblemente corta y efímera. La parte de nosotros que conocemos es aquella que nos muestra todo muy rápido.
Cuando sientas un nuevo impulso, un pensamiento elevador, un entendimiento en base a cual nunca hayas actuado, acepta lo desconocido. Cuídalo como a un bebé recién nacido. Dios vive en lo desconocido y cuando seas capaz de abrazarlo plenamente tendrás éxito.
Centro Chopra para el Bienestar
Nutre tu Vida Espiritual : 10 Maneras de Cómo Hacerlo